Mª José Valiente
sábado, 8 de febrero de 2014
El Exceso Punitivo En el Estado Español: El Endurecimiento Penal
.. Eduardo Santos (Salhaketa) nos habla sobre: -Exceso punitivo del Estado, nuevos códigos penales, cadenas perpetuas... -¿Exige el nivel de delicuencia actual el cambio del código penal de Gallardon? -Altísima población penitenciaria en España con una de las tasas de delito menor a la media de Europa. -Decrece la delincuencia en España pero aumentan los castigos en la reforma del código penal de Gallardon -La cadena perpetua revisable y permanente es en realidad una pena indefinida. No hay garantías de salir de prisión. -¿Qué es la custodia de seguridad? después de cumplir la pena en prisión, se seguirá castigando al reo. Sus orígenes, en la alemania nazi. -Utilizan casos muy mediáticos para endurecer el codigo penal
sábado, 2 de febrero de 2013
!! URGENCIA !! Españoles en Cárcel de Panamá. Hacinamiento y muerte.
Imagen real sacada del video minuto 9:42
Carcel de Panamá. Centro de exterminio físico y mental. Cementerio de hombres vivos.
Hacinamiento. Muerte en vida. Locura. BARBARIE.
Pabellón 6 extranjeros de todos los paises y de todos los delitos, graves o mínimos. También sin juzgar, inocentes o culpables.
Ahí están los españoles, conviviendo con virus de hepatitis, sida, defecando en bolsas porque no tienen ni sanitarios en las celdas. Sin patio, 24 horas enjaulados. Poniendo a prueba su resistencia física y mental ante esta LOCURA
!! Con caracter de URGENCIA !! Por tratarse de vidas humanas con un riesgo objetivo de muerte.
Como ciudadana española y a través del Consulado que me representa en Panamá.
Reclamo el indulto y la repatriación inmediata de mis compatriotas españoles que están allí en peligro de muerte física y mental.
Si el Consulado no me representa en esta reclamación, denuncio publicamente al consulado por OMISIÓN DE SUS FUNCIONES.
Ademas de denunciar su desidia al no haberlo hecho antes, SABIENDO al detalle la BARBARIE que están viviendo, donde no tienen sitio, ni medios para mantenerlos y garantizar su salud física mental, ni siquiera su vida.
Pidiendo responsabilidades también a todas las organizaciones que dicen defender los Derechos Humanos de los privados de libertad. Y por su puesto al Gobierno español por el total desamparo y abandono de sus ciudadanos.
En mi Facebook hay mucha mas documentación sobre el tema. Este video es solo una muestra.
El video en mi canal de YouTube
Toda la documentación sobre esta BARBARIE, fotos, videos, prensa, testimonios, enlaces.
Mas enlaces. Muchos dias, horas, minutos, años seres humanos vivos solo gracias al instinto de supervivencia .. .. .Mientras yo escribo y tu lees esto. ! No te calles. Denuncia ! Porque tu y tu familia estais en " el grupo de riesgo".
6 de mayo de 2011
Mas documentación Nota con enlaces.
Esta foto también es real y reciente. Con nombres y apellidos, que por su seguridad omito.
domingo, 13 de enero de 2013
Entrevista de Radio. Madres y embarazadas en prisión.
Comencé mi reportaje fotográfico en diciembre del 2004 en el Penal número 33 de Los Hornos, La Plata. Elegí una cárcel de mujeres porque creía que sería más fácil acercarme, escuchar sus historias, conocerlas.
Me causaba mucha inquietud saber cómo era la vida en la cárcel y cómo serían esas mujeres que terminan ahí.
Tenía muchos prejuicios al empezar este trabajo, pero algo cambio en mí; dejé de ver y empecé a mirar y, en un momento, dejé de ser libre y empecé a ser parte de ellas.
Las rejas, las presas, el encierro, el castigo, no es eso lo que quise mostrar. La cárcel encierra cientos de historias tristes, historias de abandono, de maltrato. Quise hablar sobre estas mujeres, tal como las vi, tal como se mostraron, tal como son.
MATERNIDAD
Trabajé en los pabellones de maternidad, donde conviven 63 niños hasta los 4 años de edad junto con las prisioneras.
Niños que nacen en prisión y que nunca han visto la luz más allá de las rejas. Que no saben lo que es un animal o un auto, ni todo lo que sea más allá de ese encierro. Son niños que no sonríen.
Me entristecía al escuchar que la primera palabra que aprenden es "celadora" y ver cómo sus madres cortan su comida con los dientes, por falta de cuchillos.
Y que el día de su cuarto cumpleaños es el día mas doloroso para las madres porque sus hijos deben partir, con su familia o, en el caso de no tenerla, a un instituto de menores.
La mayoría de las mujeres del penal tienen el juicio pendiente, es decir, aún no tienen sentencia por ningún crimen. En las cárceles de la provincia de Buenos Aires, alrededor del 12 por ciento de las 780 mujeres prisioneras está embarazada o vive con sus hijos en la prisión.
En promedio, las mujeres con hijos pasan un año y ocho meses en prisión, y más del 70 por ciento está acusada de crímenes relacionados con robo o la posesión y venta de drogas, según un informe de la comisión de derechos humanos de la provincia.
Mi intención fue dejar plasmado en fotografías lo que estas mujeres son y desean ser. Llegar a transmitir con imágenes el sentimiento de la persona que está presa.
La soledad, el lesbianismo como una forma de sentirse queridas, el auto flagelo y los intentos de suicidio, heridas en los brazos que piden atención a gritos.
Quería reflejar el uso de las drogas para evadirse, la maternidad, la vida siempre limitada, la falta de libertad.
Pasé largas horas en el interior del penal. El acercamiento no fue sencillo, pero con paciencia y después de mucho tiempo logré la confianza de estas mujeres. Esto me abrió las puertas para sentirme libre dentro de este encierro.
Solo así pude captar los sentimientos que rondan las celdas y los pasillos de este lugar. Dejar de ser un agente externo para llegar a ser parte del grupo y captar la naturalidad del lugar, su cotidianeidad y llegar a los momentos de más intimidad.
Involucrarme en este trabajo me hizo compartir su dolor, sus sueños, y que mis ojos vieran desde su lugar, que mi mirada fuera la suya.
Sacar a la luz estas imágenes fue mi manera de hacerlas libres.
Por: Carolina Camps
http://www.clarin.com/diario/2008/03/11/conexiones/t-01625519.htm
(Hacé click en Maternidad Mutilada, para ver las fotos de Carolina Camps
Una madre irá a prisión tras comprar comida con una tarjeta que encontró en la calle
Cadena Perpetua encubierta en España.
Eugenia Diaz :
"Nueve presos vascos superan los 65 años y tres de ellos tienen más de 70 años, límite para beneficios carcelarios de difícil acceso en su caso. Siguen dispersados a cientos de kilómetros de sus domicilios y expuestos a un régimen penitenciario particularmente hostil, al dictado de impulsos claramente políticos. GARA se reunió en Bilbo con un grupo de familiares que comparten una realidad en común: sus allegados, con edades que superan los 65 años, han pasado otra vez las navidades en prisión. Tal como resaltan, hace un año vivieron momentos de esperanza, pero nada ha cambiado de muros adentro y, si lo ha hecho, ha sido a peor. «Ahora que otras `violencias' se han desactivado, un gesto con los presos enfermos y mayores sería un buen test para demostrar un pelín de humanidad», destacan. Familiares de Patxo Murga, Pablo Gorostiaga y Txente Askasibar, enviados a prisión por el proceso 18/98, comparten la reflexión de que los efectos de la estancia en prisión pasan factura siempre, pero el desgaste es más acentuado a edades avanzadas, en las que también su realidad social y familiar está en relación a esos años. Si a esa situación se añade la dureza con la que particularmente se les aplica el régimen carcelario, el impacto de su detención a esas edades en base a imputaciones políticas, la estancia primero en prisión preventiva y posteriormente la salida de prisión, hacer frente a elevadas fianzas, la incertidumbre durante la asistencia a un proceso judicial que se alargó durante más de un año de peregrinación semanal a Madrid y una sentencia condenatoria de índole político, «estamos hablando de años de tensión, incertidumbre, impotencia... y de injusticia», resaltan sus allegados. Sus casos son percibidos como «una grandísima injusticia» entre gente de diferentes ideologías políticas, según remarcan, «porque en las actuales circunstancias políticas, con su edad, habiendo cumplido las dos terceras partes de la condena, mantenerles en prisión es venganza pura y dura». La realidad que viven ligada a su edad es una circunstancia que pasa desapercibida ante casos de enfermedades muy graves. Mantienen que sus propios familiares anteponen la situación de los enfermos a la suya propia. «Los días no corren igual cuando tienes cierta edad, ni tus expectativas de vida son las mismas y todo tu entorno familiar y de amistades también está en relación a tu edad», explica Xabi Gorostiaga, hijo de Pablo Gorostiaga. Las compañeras de Patxo Murga y Txente Askasibar, Begoña Zenarruzabeitia y Otule Garai, abundan sobre esta reflexión y, por ejemplo, llaman la atención sobre los efectos en amigos, que están condenados a hacer cientos de kilómetros al volante... En medio de preparativos de celebraciones navideñas, ellos intercambian noticias de traslados, planes de visitas y «vis a vis» que arrancan de víspera o de madrugada, para retornar a última hora de la tarde en medio de horarios y condiciones diferentes y variables en cada centro penitenciario. Entrando en su realidad personal, estas fiestas no son más que la constatación de las ausencias, que en cada hogar se llevan como se puede. El recuerdo, desde luego no falta; se repiten los brindis, se intensifican las comunicaciones en los pueblos y, en el caso de los Gorostiaga, cuentan que con los más pequeños se han buscado el recurso de salir a ver la luna, una vista que comparten con aitite más allá de la distancia. «Lo malo es cuando está nublado», bromea Xabi. El colectivo de profesionales sanitarios Jaiki Hadi hizo público en 2012 un informe en el que destacaba que las trabas para acceder a la libertad están haciendo que la medida de edad de los presos políticos vascos se dispare y, con ello, los años acumulados en prisión, con las consiguientes complicaciones médicas. Resaltan que, si al factor edad se suma el endurecimiento del Código Penal y del reglamento penitenciario en base a motivos políticos, el impacto sicológico es mayor, especialmente si la noticia del alargamiento de la estancia en prisión se notifica en el momento de la extinción de condena, porque entre sus efectos está la ruptura del equilibrio personal y las expectativas vitales. El calor de la solidaridad Arantzi Plazaola, compañera de Sebastián Etxaniz, de 69 años de edad y preso en la cárcel asturiana de Villabona, cuenta que las navidades se afrontan «como se puede». Ayuda el calor de la solidaridad de familiares, amigos y vecinos del pueblo que estos días se vuelcan sobre quienes faltan. Reconoce que, aunque Sebastián no tiene problemas serios de salud, no se pueden pasar por alto los riesgos que aumentan con la edad. Aun así, apunta que hay situaciones tan graves en prisión que él sitúa por delante de su realidad personal la de los compañeros enfermos. «Primero que salgan los enfermos, luego los viejos, suele decir», cuenta su compañera, que añade el deseo de que todos abandonen la cárcel en un futuro próximo. Otule Garai es compañera de Txente Askasibar, bilbaino de 68 años. En su historial médico figura que padece de cataratas en un ojo, en un estado tan avanzado que prácticamente ha perdido la visión. Sospecha que también el otro ojo está empezando a estar afectado de cataratas. Askasibar pidió hace año y medio una consulta con el oftalmólogo que aún no ha llegado, «y ahora, como le han cambiado de módulo, tiene que volver a repetir toda la tramitación de la petición de consulta», explica su compañera. «Necesita operarse pero en las circunstancias en las que está...», deja en el aire Otule. También está siendo tratado de una micosis en la lengua, aunque Otule admite que lo que más le preocupa es el problema de visión. «Temes que un día tenga una caída o un gran golpe», y añade que aunque su estado de salud no revista la peligrosidad de otros reclusos con enfermedades graves, «son edades en las que a uno le hacen pensar `y si le pasa algo por la noche... cómo va a estar atendido'...». «Aunque no estés enfermo van empezando los achaques de la edad y eso en la calle igual no se nota tanto, pero en prisión es mucho más duro. Lleva cinco años y medio y le quedan tres; tres años para gente de 70 años son muchos años», remarca. Su mensaje es tranquilizador. «Txente nos dice siempre que lo pasemos bien, que no pensemos en nada, que disfrutemos, que ya llegará el día», cuenta Otule reprimiendo las lágrimas, y agrega que en plenas fiestas las visitas no cesan, a pesar de que el periplo arranca a las cinco de la madrugada y le traerá de vuelta a casa después de las seis de la tarde, para asistir a un «vis» de dos horas. «Que la gente lo sepa» La situación de Begoña es especialmente cruda. Tiene a su hijo, Andoni Murga, a su compañero, Patxo Murga y a su cuñado, Isidro Murga, en prisión. Patxo tiene 68 años de edad y, aunque su salud es en general buena, Begoña cuenta que el laudioarra tiene problemas de hipertensión, por lo que está siendo tratado. Tiene controles sobre el corazón, por los riesgos asociados a la hipertensión, además de una prostatitis que tuvo en el pasado. Esas dolencias le llevan periódicamente al hospital, sí, pero «esposado, en furgón policial y acompañado de otros reclusos, lo que alarga durante horas el paso por el centro hospitalario, en condiciones de extrema seguridad». «La estancia en prisión con los años que tiene no le beneficia en nada», opina Begoña y Xabi Gorostiaga tercia en la conversación para expresar que, ante situaciones sangrantes que se dan en prisión, estas cuestiones pueden parecer nimiedades, pero en este caso «tener 71 años ya es una enfermedad y si le sumamos haber vivido lo que han vivido desde su detención...». «Que la gente sepa que hay personas que con 71 años están todavía en la cárcel y que, más allá de la salud, con 70 años los años corren de otra manera que con 25, el riesgo de que les ocurra algo es infinitamente mayor y su expectativa de vida es mucho menor», comenta Gorostiaga, al tiempo que añade un detalle que clarifica la situación en la que se encuentran en prisión: «mi padre duerme con un anorak puesto, guantes y gorro de lana». Otule comenta que también Txente duerme con un abrigo sobre mantas que no le protegen de temperaturas bajo cero. Eso en invierno, porque en verano hay que hacer frente a temperaturas de hasta 45 grados, y los recortes se están dejando sentir. «Nos han denegado los vises de ama» «Lo mismo que somos conscientes de que hay presos gravemente enfermos, sin ser una situación límite desde el punto de vista de salud, la cuestión de la edad supone una situación de desgaste total a alguien que ya está desgastado por la edad y que, además, sus familiares y amistades también tienen edades a las que resulta mucho más duro viajar cientos de kilómetros y soportar todo lo que supone su estancia en prisión», explica Xabi. En su caso particular, su madre tiene una enfermedad grave que en este momento le impide viajar. «Pedimos que nos concedieran sus `vises', el de convivencia y el íntimo, y nos los han denegado, con lo que mi padre ha perdido esos vises y el resto de la familia, la oportunidad de visitarle con más frecuencia», comenta. Pablo tiene seis nietos de corta edad que le hacen llegar hasta Herrera bocanadas de energía renovada, pero solo le pueden visitar cada tres meses y «se les hace larguísimo», según cuenta. A este respecto, señala que esos seis niños «no han conocido más violencia que la que se ejerce contra su aitite, que es la que les dejará huella». Tratan de que cada viaje -les separa de aitite 600 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta- sea especial para los más pequeños. «Frente a situaciones muy dramáticas, lo de ver a los nietos es una nimiedad, pero es que lo hacen para seguir apretando», apunta. «Aita lleva cinco años en la cárcel y no he conocido ni un solo caso a mejor. Sigue en primer grado, `peligrosísimo', ha pedido el cambio de módulo pero debe ser el más malo del mundo», señala con ironía su hijo. El ritmo de viajes no varía ni un ápice en navidades. La lejanía se combate con el calor de la solidaridad en forma de cartas y mensajes que traspasan los muros de prisión. En casa es momento para los brindis por los que faltan. «Mi madre cada vez que llamaba Andoni por estas fechas lo primero que le decía es `Andoni, etorriko zara?'», señala Begoña, y agrega Xabi que «yo de lo que estoy cansado es de decir cada nochevieja `este año sí'». Coinciden en que en estas fechas son muchas las personas que se acercan a interesarse por el estado de sus familiares presos; algunas se ofrecen no sabiendo cómo ayudar. «Te dicen eso de `si hay algo que pueda hacer' y les respondes `lo que puedes hacer por ellos es ir a la manifestación del día 12 en Bilbo' -concluyen- y este llamamiento incluye a la gente del PNV."
Presos Extranjeros. No mas Muertes. No mas hacinamiento. Indulto y Repatriación.
Lía Ballesteros Tauroni:
Bogotá, 15 de octubre de 2012
Solidaridad con los presos españoles en el extranjero.
El colectivo de españoles, que por un motivo u otro nos encontramos privados de la libertad en cárceles colombianas; conscientes de que hemos cometido un delito al que tenemos que afrontar con sus consecuencias como dicta la ley, no solo estamos sometidos a la privación de la libertad, sino que también estamos privados de la dignidad como seres humanos, por el mero hecho de ser extranjeros. Nos encontramos en una prisión en la cual existe una alimentación pésima, referente a la cantidad, calidad y la falta de variedad nutricional.
Del mismo modo la atención sanitaria es desalentadora, donde no existe medicación adecuada para los enfermos, el personal sanitario no está cualificado y tenemos nuestras dudas que sean titulados.
El aforo interno del establecimiento carcelario es de 2700 reclusos y actualmente superamos los 7500, añadiendo esta dificultad al poco personal médico y sanitario, que no supera entre médicos y ats con 12 integrantes.
En muchas ocasiones no tenemos el privilegio de disponer de una tarjeta telefónica y mucho menos de un servicio postal internacional que se nos preste en el establecimiento penitenciario, permaneciendo de este modo incomunicados con nuestros seres queridos. Según los derechos internacionales de las personas privadas de su libertad, adoptada por la asamblea general de la ONU en su resolución 43/173 del 9 de diciembre de 1988 y actualizada en el 2003, dice: “Principio 19: Toda persona detenida o presa tendrá el derecho de ser visitada en partículas por sus familiares y de tener correspondencia con ellos”; y para ellos el principio 20 dice: “Si lo solicita la persona detenida, será mantenida en lo posible, en un lugar de detención o prisión situado a una distancia razonable de su lugar de residencia habitual”.
El derecho de repatriación se trata como un procedimiento administrativo y bastante lento para nuestros intereses y de este modo justificar las mínimas repatriaciones.
Al igual que tampoco se nos facilita ningún tipo de útiles de aseo personal (ni por parte del INPEC ni de nuestro consulado) necesarios para una higiene digna como seres humanos. Tampoco somos provistos ni de colchonetas ni mantas teniendo que dormir en el suelo o planchas de hormigón directamente. Porque según el tratado de las naciones unidas sobre las reglas mínimas del tratamientos de los reclusos celebrado en Ginebra en sus resoluciones de la 663 c (XXIV) del 31 de julio de 1957 y en el 2076(LXII) del 13 de mayo de 1977, actualizado en el 2003, en su punto 16, dice: “Se facilitará a los reclusos el medio para el cuidado del cabello y de la barba, a fin de que se presenten en un modo correcto y respetuoso de si mismos”. Y en su punto 19 cita: “Cada recluso dispondrá de una cama individual suficiente a fin de asegurar su limpieza”.
Además de incumplir las obligaciones contempladas por la resolución 43/173 referida, nos vemos extorsionados por los funcionarios de las prisiones cada día; para todo hay que pagarles. Por ejemplo valga lo siguiente:
1. La cama donde dormimos cuesta entre 100000 a 150000 pesos mensuales, dependiendo del pasillo donde se asigne.
2. Salir a las zonas que se nos adjudican para desarrollar estudio o trabajo cuesta entre 3000 y 5000 pesos.
3. Para ser activado en los puestos de trabajo para reducción de pena y que son remunerados, cuesta entre 400.000 y 1`500.000.
4. Los artículos dispensados en la tienda o expendio son restringidos, vendiéndolos por mediación de terceros por los patios al doble o el triple de su valor. Ejemplo: Un paquete de cigarrillos, en la tienda tiene una valor de 2265 y en el patio su valor oscila entre los 5.000 y 10.000. Una bombilla necesaria para las celdas, lavabos, etc… Su valor en la tienda es de $800 y en el patio $5.000.
5. La institución penitenciaria prácticamente nos realiza ninguna acción de mantenimiento en zonas como celdas, pasillos, patios, etc…Siendo a cargo y pago de los reclusos el mantenimiento de las mismas.
6. De esta manera podríamos eternizarnos con la relación de irregularidades que vivimos día a día, además de la inseguridad física a la que estamos sometidos (robos, puñaladas) en los espacio comunes con otros patios (pasillos centrales, sanidad), zona de visitas de abogados y cualquier otra dependencia a la que tengamos que acudir.
Por todo ellos parece ser que en lugar de estar en un centro penitenciario, que su función tendría que servir para nuestra reinserción a la sociedad, nos encontramos en un centro en el que predomina la extorsión y la corrupción por la mayoría de funcionarios que nos custodian amparándose en la ley del más fuerte. La educación dista por su ausencia y en lugar de personas nos tratan como animales a domesticar. Todo esto se agrava cuando algunos reclusos con privilegios especiales colaboran con la labor delictiva de los funcionarios.
Lo anteriormente expuesto y otras cosas que se quedan en el tintero, pedimos la solidaridad y comprensión de los usuarios de la red; para que pongan en conocimiento de los estamentos oficiales y medios de comunicación con e fin de que estas irregularidades sean subsanadas.
Así mismo pedimos disculpas a nuestros padres, hermanos, esposas, hijos y demás miembros de la sociedad, por el daño y el sufrimiento causado por nuestra conducta delictiva.
Atentamente se despiden, el colectivo de presos en Colombia, centro penitenciario “La modelo” de Bogotá, Colombia.
Mas información pinchando este enlace.
Mas comentarios de interés en este enlace.
jueves, 20 de diciembre de 2012
!! F.I.E.S. Aguanta. La calle se levanta !
Yo no tengo causa. Mi causa son todas las causas.
Pero ahora mismo estoy centrada en los presos, en especial los F.I.E.S.
Porque mientras haya una sola persona secuestrada y en peligro de muerte, eso para mi es lo mas urgente.
( No es demagogia, se acabó el mirar para otro lado ).
!! F.I.E.S. Aguanta. La calle se levanta !
Todos somos presos. Todos somos F.I.E.S.
Pincha este enlace para ver toda la información.
Pero ahora mismo estoy centrada en los presos, en especial los F.I.E.S.
Porque mientras haya una sola persona secuestrada y en peligro de muerte, eso para mi es lo mas urgente.
( No es demagogia, se acabó el mirar para otro lado ).
!! F.I.E.S. Aguanta. La calle se levanta !
Todos somos presos. Todos somos F.I.E.S.
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